Poeta, escritor y periodista, de gran sentimiento, profundidad filosófica y pasión humanista. Pensador de altura. Un conocedor de la literatura de su tiempo y los misterios de la filosofía.
Citémosle: “He abrevado mis ansias de sapiencia/ en toda fuente venenosa o pura, /en los amargos pozos de la ciencia/ y en el raudal de la literatura”. Patriota indiscutible dejó plasmado sus ideas y sentimientos hacia Honduras en diversos escritos: “Hoy amo a Honduras mucho más que antes, de tal modo que hasta sus defectos me parecen cualidades después de ver en otros países tantas cosas tristes, a la vez que tanta civilización y progreso…”.
En muchas cosas se adelantó a su tiempo, era un ambientalista y ecologista nato: le cantó al mar, los esteros, el sol, los pinos, las islas, la selva, los ríos, “Sacude amado río tu clara cabellera. /eternamente arrulla mi nativa rivera/, ve a confundir tu risa con el rumor del mar/ eres mi amigo…”, nada de la naturaleza era demasiado pequeña o grande para él: la araña, el polo norte, los leones, el grillo, las constelaciones, los bueyes, el sapo…
Eterno enamorado de lo bello, decanto la belleza femenina con sensualidad descollante. “…La mirara mañana –entre mis brazos loca- morir –bajo el divino martirio de mi boca- moviendo entre mis piernas su cola tornasol”.
Exploró oscuros y recónditos secretos de lo esotérico que en alguna forma llenaban sus ansias de conocimiento.
JUAN RAMON MOLINA: Fue hombre activo, personal y políticamente, quemó su vida en el afán de vivirla intensamente. Fue colaborador de la candidatura del General Terencio Sierra de quien se consideraba amigo. Presidente de Honduras durante el período 1899-1903, Sierra, molesto por una publicación que hizo Molina en el Diario de Honduras, bajo su dirección, lo mandó a picar piedra, encadenado, en la carretera que se construía al sur del país. El artículo que tanto lo había molestado "Un hacha que afilar", era un conocido apólogo de Benjamín Franklin, que los acólitos de Sierra consideraron alusivo, hostil y digno de ser castigado con la prisión del poeta.
— Rodolfo Pastor Fasquelle, El 13 de enero del 2009, Secretario de Estado en los Despachos de Cultura, Artes y Deportes renombró la Biblioteca Nacional de Honduras con el nombre de Juan Ramón Molina.
— La obra de Molina quedó dispersa en periódicos y revista de Centro América. En 1913, el poeta Froylán Turcios la recopiló y publicó con el nombre de Tierras, Mares y Cielos, un libro breve con algunos de los mejores poemas de la lírica hispano-americana del periodo modernista: “Autobiografía”, “Rio grande”, “Águilas y cóndores”, “Salutación a los poetas brasileros” y “Metempsicosis”, demuestran que Molina asumió creativamente la gran transformación poética que impulsó y consolidó Rubén Darío (Helen Umaña).
— Molina fue el primer poeta hondureño que salió de Centroamérica para conocer otras corrientes culturales de algunos países. Es uno de los grandes exponentes del modernismo en y es el poeta de mayor inspiración que hemos tenido, consagrándose como el escritor hondureño mas universal.
— Brillo más como poeta aunque su prosa periodística era pulida y culta. En 1892 en un viaje a Brasil conoce al poeta nicaragüense Rubén Darío, quien incidirá grandemente en su estilo.
METEMPSICOSIS de Juan Ramon Molina
Del ancho mar sonoro fui pez en los cristales,
que tuve los reflejos de gemas y metales.
Por eso amo la espuma, los agrios peñascales,
las brisas salitrosas, los vívidos corales.
Después, aleve víbora de tintes caprichosos,
magnéticas pupilas, colmillos venenosos.
Por eso amo las ciénagas, los parajes umbrosos,
los húmedos crepúsculos, los bosques calurosos.
Pájaro fui en seguida en un vergel salvaje,
que tuve todo el iris pintado en el plumaje.
Amo flores y nidos, el frescor del ramaje,
los extraños insectos, lo verde del paisaje.
Tornéme luego en águila de porte audaz y fiero,
tuve alas poderosas, garras de fino acero.
Por eso amo la nube, el alto pico austero,
el espacio sin límites, el aire vocinglero.
Después, león bravío de profusa melena,
de tronco ágil y fuerte y mirada serena.
Por eso amo los montes donde su pecho truena,
las estepas asiáticas, los desiertos de arena.
Hoy (convertido en hombre por órdenes obscuras),
siento en mi ser los gérmenes de existencias futuras.
Vidas que han de encumbrarse a mayores alturas
o que han de convertirse en génesis impuras.
¿A qué lejana estrella voy a tender el vuelo,
cuando se llegue la hora de buscar otro cielo?
¿A qué astro de ventura o planeta de duelo,
irá a posarse mi alma cuando deje este suelo?
¿O descendiendo en breve (por secretas razones),
de la terrestre vida todos los escalones,
aguardaré, en el limbo de largas gestaciones,
el sagrado momento de nuevas ascensiones?
Del ancho mar sonoro fui pez en los cristales,
que tuve los reflejos de gemas y metales.
Por eso amo la espuma, los agrios peñascales,
las brisas salitrosas, los vívidos corales.
Después, aleve víbora de tintes caprichosos,
magnéticas pupilas, colmillos venenosos.
Por eso amo las ciénagas, los parajes umbrosos,
los húmedos crepúsculos, los bosques calurosos.
Pájaro fui en seguida en un vergel salvaje,
que tuve todo el iris pintado en el plumaje.
Amo flores y nidos, el frescor del ramaje,
los extraños insectos, lo verde del paisaje.
Tornéme luego en águila de porte audaz y fiero,
tuve alas poderosas, garras de fino acero.
Por eso amo la nube, el alto pico austero,
el espacio sin límites, el aire vocinglero.
Después, león bravío de profusa melena,
de tronco ágil y fuerte y mirada serena.
Por eso amo los montes donde su pecho truena,
las estepas asiáticas, los desiertos de arena.
Hoy (convertido en hombre por órdenes obscuras),
siento en mi ser los gérmenes de existencias futuras.
Vidas que han de encumbrarse a mayores alturas
o que han de convertirse en génesis impuras.
¿A qué lejana estrella voy a tender el vuelo,
cuando se llegue la hora de buscar otro cielo?
¿A qué astro de ventura o planeta de duelo,
irá a posarse mi alma cuando deje este suelo?
¿O descendiendo en breve (por secretas razones),
de la terrestre vida todos los escalones,
aguardaré, en el limbo de largas gestaciones,
el sagrado momento de nuevas ascensiones?